Cuando hayamos terminado de mirar a nuestro alrededor, lo que hay, cómo es, cómo se comporta, etc. Ha llegado el momento de mirar hacia dentro. De ver realmente qué podemos aportar, de mirar si nuestra experiencia, recursos y personalidad realmente se ajusta a lo que podemos ofrecer.
Es importante ser humilde. De hecho cuanto más humildes seamos más potente resultará este proceso y con más material podremos trabajar más tarde. Identificar nuestras fortalezas y debilidades nos ayudará a planificar y tomar consciencia del global para poder tomar buenas decisiones. Además, por qué no decirlo, la introspección siempre viene bien (Fuente: Pablomarketer)